Casa de la caridad

En vista de que el cuidado de los niños con discapacidad grave demanda de una atención personalizada, permanente y de una verdadera vocación de servicio a los más necesitados, el 4 de octubre de 1998 el Obispo de Riobamba aprobó la creación de una Comunidad de Religiosas, denominadas “Hermanas Franciscanas de la Caridad” para que se dediquen a tiempo completo al cuidado de estos pequeños con amor y comprensión, sin renegar los momentos difíciles que este trabajo abnegado conlleva.

Mediante Resolución N° 17-2016—DDR-MIES, se aprueba la creación de la Fundación Casa de la Caridad, que tiene como objetivo general “mejorar la calidad de vida de niños, niñas y adolescentes abandonados con grave retardo mental y físico, a través de la asistencia, provisionando salud, educación y formación ocupacional de calidad, buscando activamente su inclusión en la sociedad”.

Desde el inicio, la Congregación se ha dedicado a realizar su trabajo pastoral de acuerdo a su carisma fundacional, cuya principal característica es descubrir el rostro de Cristo encarnado en los pobres, por eso, la primera misión es acoger con amor y servicio a los niños con discapacidad física y/o intelectual en situación de orfandad o abandono, enfermos, ancianos y en cualquier otra función pastoral que les sea requerida por la Iglesia, siempre en respuesta al “servicio al Evangelio”.

Por lo tanto, la principal labor apostólica es llevar adelante la apertura de “Casas de la Caridad” en otros lugares, cuya función específica es acoger a niños, niñas y jóvenes con discapacidad física y/o intelectual, obras asistenciales y de promoción humana, servicio parroquial y misioneros, para así hacerse presentes con el amor de Dios entre el pueblo, siendo portadoras de la misión salvadora de Cristo que evangeliza a los hombres con su múltiple riqueza.

Los residentes de la Casa de la Caridad son niños, niñas, jóvenes y adultos con discapacidad física y/o intelectual. Las enfermedades más frecuentes son: epilepsia, parálisis cerebral, enfermedades mentales, autismo, poliomielitis, entre otras.

Los valores que se practican a diario en la Casa de la Caridad son:

• Respeto: tener una visión integral de la persona con discapacidad en relación a su entorno. Respeto a su dignidad como seres humanos y el reconocimiento del ejercicio de sus derechos.
• Equidad: igualdad entre todas las personas y el goce de los mismos derechos, deberes y oportunidades. Equidad en el acceso a los diversos servicios de apoyo de la comunidad, asistencia personal, 
• Compromiso: participar, de manera eficiente, en la atención prioritaria y el cumplimiento de los derechos de las personas con discapacidad.
• Acogida: brindar protección prioritaria a las personas que están en situación de doble vulnerabilidad y garantizar su bienestar integral.

Programas o actividades que realizan:

• ACTIVIDADES DE LA VIDA DIARIA: huertos, invernadero, granja de especies menores
• INSERCIÓN ESCOLAR: clases virtuales y presenciales en centros educativos de educación regular y especializada
• ACTIVIDADES ACADÉMICAS: clases virtuales y presenciales con los estudiantes de la UNACH, especialidad Ciencias de la Educación, Escuela de Artes y Pedagogía de la Educación Física
• ACTIVIDADES RECREATIVAS: Caminatas a los sectores rurales de la localidad: cascadas, ríos, montañas, etc.

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